El caminante y su sombra (1880): §4
Medida del valor de la verdad.—¿No nos da una medida de la altura de una montaña el cansancio que se experimenta al escalarla? ¿No sucederá lo mismo con la ciencia?, nos dicen algunos que pretenden pasar por iniciados. ¿No determina el valor de una verdad el trabajo que cuesta alcanzarla? Esta moral absurda parte de la idea de que las «verdades» no son más que aparatos de gimnasia, en los que debemos ejercitarnos incansablemente. Se trata de una moral para atletas del espíritu.
Hay muchas ideas y proyectos a los que nos apegamos principalmente por el esfuerzo que hemos empeñado en ellos: un carrera, un amor, un trabajo, una religión, un artefacto, un negocio... un sentido.
ResponderEliminarPero hay valores que no dependen del esfuerzo.
En este aforismo se está estableciendo una relación entre ciencia y verdad, y se está llamando ‘moral’ a una actitud ante la verdad. Ahora, la moral en cuestión, la de los atletas del espíritu, es calificada de absurda. Como quien dice, la verdad, a diferencia de otras cosas, como lo sugiere Sergio, es algo cuyo valor no puede medirse por el esfuerzo que cueste alcanzarla. Ahora bien, ¿podemos alcanzar la verdad?
ResponderEliminarYo soy partidario de interpretar a Nietzsche como un tipo que invita pensar que la verdad no se alcanza sino que se construye.
EliminarEs importante notar que para él la ciencia y la moral están profundamente conectadas. Visto como un sistema, la filosofía de Nietzsche propone una nueva moral y nueva ciencia que serían muy diferentes a las tradicionales (que se han vuelto, según él , contra la voluntad humana), pero seguirían estando profundamente conectadas entre sí. Uno de los grandes avances en ciencias humanas del siglo XX para mí fue precisamente esa idea de que debemos dejar de ver el conocimiento como algo independiente de lo normal (en un sentido moral). Foucaut —un nietzscheano— fue una de las personas que más ha contribuido al crecimiento y difusión de esta idea.